Wednesday, December 22, 2010

Lars Von Trier versus The Reality Show

La característica más prominente de la narrativa de Von Trier es sin duda sus particulares giros narrativos donde las situaciones se llevan al límite. Esa voluptuosidad dramática donde los personajes se enfrentan al dilema de la supervivencia, allí donde las consideraciones morales o éticas dejan de ser un lujo o un gesto diplomático -su versión pornográfica es el terror de Saw -. Bien podrían considerarse reflexiones de posguerra. Otra faceta de su obra es exhibir la violencia del paternalismo, revelar la máscara tras el gesto humanitario, violencia cuyo movil ya no es el imperativo de supervivencia pero la dominación. En ese sentido hace parte de la tradición crítica del teatro europeo desde Molière a Brecht. En precedentes, quizás sea comparable con el escepticismo y narrativa de este último. El escepticismo de Von Trier es incluso mayor, algo comprensible a la luz de los acontecimientos históricos que separan a los dos autores. En terminos más heterodoxos yo me pregunto, ¿que nos puede ofrecer Lars Von Trier como escenificación de la condición humana que no haya sido expuesto en los Reality Show? El modelo de embudo dramático que exhiben estos programas evocan el ciclo narrativo del autor y no tienen nada que envidiarle en patetismo. La decepción también es un elemento común, los participantes/personajes son presentados como criaturas inofensivas cuando no criaturas dignas de emular. Esto hasta que "pelan el cobre". Los personajes creen haber perdido, pero acaso perder no era su destino? Al fin y al cabo el juego está concebido para que exista un solo ganador. En Von Trier nadie es el ganador. En un Reality, esto delataría la artificialidad del juego, en el autor son un sello de realismo. Von Trier transfiere toda la responsabilidad del desenlace a la historia misma de la humandidad. Si hemos de aprender algo de este autor, es a desconfiar de la realidad que se sirve en bandeja de plata -qizás esto explique la deliberada repulsión de sus desenlaces-, es allí donde el autor es víctima de su propio invento pues la calidad artística de su obra riñe con su propuesta crítica.

PDT: La imagen es de Dogville. La escogí porque en ella está un personaje entrañable: el filósofo ilustrado.

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